sábado, 7 de mayo de 2011

Falafel


El falafel es una especie de croqueta de garbanzos que se come en la India, Pakistán y Oriente Medio. Hace tiempo que quería hacerlas, pero siempre me ha dado mucha pereza porque pensaba que eran difíciles de elaborar, hasta que me he puesto a ello, y veo que es una de las recetas más sencillas que he preparado. Es tan fácil como triturar todos los ingredientes juntos, enharinar la masa en forma de croqueta aplastada, freír y disfrutar de un crujiente y sabroso falafel.
He estado consultando varias recetas, donde lo que variaba de unas a otras eran las especias. Entre sus ingredientes hay alguno que cuesta un poco más encontrar, como puede ser el cilantro y la harina de garbanzos, pero no son indispensables.
Aquí propongo una receta base, a la que se le puede añadir cualquier ingrediente o especia, al gusto de cada uno.




INGREDIENTES

250 gr. de garbanzos secos.
1 cebolla.
2 dientes de ajo.
Perejil.
1 cucharada de harina de garbanzos o trigo.
1 cucharadita de levadura en polvo.
1 cucharadita de sal.
Pimienta negra recién molida.

Elaboración:
Dejar los garbanzos en remojo 24 horas. Escurrir bien los garbanzos y triturar todos los ingredientes juntos, hasta conseguir una pasta homogénea (los garbanzos se trituran crudos). Tapar con papel film y dejar reposar en la nevera durante al menos una hora y media, (cuanto más tiempo estén, mejor), para que todos los sabores se acaben de mezclar y la masa quede un poco más compacta. Hacer bolas aplastadas, rebozar en harina y freír en abundante aceite (como las croquetas). Y listos para comer.




He usado harina de trigo porque no tenía harina de garbanzos. También suele llevar una cucharadita de comino molido y cilantro fresco, pero como ya he dicho antes a partir de esta receta base se puede especiar al gusto: canela, curry, etc. Yo he probado sin especiar, utilizando sólo curry y con una mezcla de especias de la India. Todas las pruebas fueron un éxito. Aquí me quedé corta de perejil; así que echad medio manojo.
Solos están buenísimos. También se comen en pan de pita, y acompañados con una salsa de yogur, que por falta de tiempo no he preparado. El pediatra del pueblo, de origen libanés, me ha dado la receta de esta salsa, que según dice es el mejor acompañamiento para el faláfel (como lo pronuncia él). La receta es muy sencilla: se mezcla bien un yogur griego natural (no azucarado) con una cucharada de tahini y cuando está bien mezclado se añade una cucharada de zumo de limón. El tahini, también denominado tahine o tahín, es una pasta de semillas de sésamo. Se puede comprar en el Club Gourmet de El Corte Inglés, en tiendas de dietética o de alimentación multicultural.
Bueno, ya me contáis que tal os salen. A mí me han encantado y sin duda se convertirán en un plato habitual de nuestras comidas o cenas.
Buen provecho.

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